domingo, 2 de febrero de 2020

Kobe

Naturalmente imperfectos

Hace una semana Kobe Bryant, estrella de la NBA, murió en un accidente de helicóptero junto a su hija Gianna Bryant y otros 7 pasajeros, a raíz de esto se ha desatado un debate sobre si se deben de hacer tantos homenajes a una persona que de joven recibió acusaciones de violación proveniente de una empleada del hotel en el que se hospedaba, los detalles están disponibles para todo aquel que desee consultarlos, tiene, literalmente, hasta un apartado en Wikipedia.

A raíz de esto surgió una controversia debido a que el Washington Post decidió sancionar a Felicia Sonmez, una periodista que compartió un artículo que hablaba sobre el caso, a partir de esto ella pidió una explicación, el problema es que todo parte de una confusión, la sanción que recibió fue por exponer direcciones de e-mails que eran privados, es así, que el periódico tuvo una razón contractual válida para argumentar la sanción aplicada (puede gustar o no, pero si firmó un contrato lo tiene que respetar antes que todo).

Dos lados de la misma moneda

Lo que pasó en 2003 es una mancha que nadie debería de intentar limpiar, Kobe cometió el error más grande de su carrera y atentó contra esa chica, fue en esos juicios donde nació "the Black Mamba", porque entre todo el escándalo se dedicó a rehacer su vida, antes del incidente en el vestidor él se sentía moralmente superior, no usaba tatuajes porque eso era para gente inferior, después... Tuvo que aprender a ser humano y su primer tatuaje fue destinado a su esposa, Vanessa.

Tuvo 4 hijas, Natalia, Gianna, Bianka y Capri, todas con su hoy viuda Vanessa, y quizá ese incidente de 2003 le hizo ver lo difícil que es ser mujer en un mundo donde el machismo es la regla, es así, que Bryant, tras el retiro, dedicó gran parte de su vida a dar apoyo y difusión a una liga que, hasta hace unos años, recibía mucho menos atención de la que merece, la WNBA, intentó ser el mejor padre que pudo y es por esto que surgió el  #GirlDad en Twitter.

El caso contra Kobe jamás llegó a nada, se podía haber hecho pero la víctima decidió no hacerlo al no presentarse a declarar, simplemente llegó a un acuerdo con Kobe, el cual exigía una disculpa pública y una compensación económica, ¿es esto suficiente para resarcir el daño?, probablemente no, pero fue la manera en que la chica fue orillada a actuar y no se le puede recriminar absolutamente nada por esta razón.

Sin embargo, he aquí la verdadera cuestión, en un mundo imperfecto se espera nada menos que la perfección de parte de todos nosotros, nos criaron enseñando que equivocarnos es algo malo, pero mi pregunta es, ¿por qué nos cuesta tanto entender el concepto de redención y perdón?, siendo ambas cosas que se deben de ganar, una frente a la sociedad y el otro frente a la persona que fue afectada por nuestros actos.

Los errores nos hacen crecer (a veces)

En todo ámbito de la vida, nunca podremos ser perfectos, vamos a cometer errores, sin embargo, si no se nos da la oportunidad de demostrar que hemos aprendido de ellos, ¿de verdad crecemos como personas?, y lo digo yo como alguien que se ha equivocado y bastante, que lucha con sus demonios e intenta seguir deconstruyéndose para poder eventualmente llegar a ser la mejor versión de mí, y si bien siento vergüenza por algunos capítulos de mi pasado, no puedo sino seguir adelante y aprender de esos errores que cometí.

Porque todos en algún punto hemos sido un mal hijo, un mal amigo, un mal estudiante, etc., todos en algún punto hemos cometido errores, algunos solamente nos afectaron a nosotros mismos, otros afectaron a terceros, yo personalmente lo digo, con la mayor parte de personas que recuerdo haber afectado procuro disculparme, ¿por qué?, porque lo que hice en el pasado no lo puedo controlar, lo que hago en el hoy sí.

Volviendo a Kobe, después de ese incidente que pudo haber acabado con su carrera, cambió y pasó a ser otro, más concentrado, en la cancha se convirtió en alguien letal, fuera de ella se convirtió en un padre que hizo todo para poder compartir tiempo con sus hijas, ¿la razón por la cual viajaba tanto en helicóptero?, así evitaba el tráfico y podía compartir más tiempo con sus hijas, a cada una las apoyó en lo que les gustaba y fue un padre que dio todo por ellas.

De Kobe se puede aprender algo, si tienes un sueño y luchas por él vas a poder llegar lejos, pero debes de luchar más que el resto si de verdad quieres trascender, la Mamba Mentality es uno de sus legados más importantes e, independientemente de cómo nació, se debería de enseñar en cada escuela que esa es la manera correcta de perseguir tus sueños, haciéndolo siempre con pasión y dedicación.

En un mundo imperfecto Kobe es un recordatorio de que se puede hacer el mal y al mismo tiempo hacer el bien, que puedes ser acusado de violación y también puedes ser la súper estrella que se encargue de darle el empuje suficiente a la WNBA para que pueda convertirse en una realidad, hoy en día niñas crecen pensando en formar parte de la NCAA y eventualmente llegar a la WNBA, porque, gracias a figuras como Kobe, las niñas ya no tienen que ver frustrados sus sueños por hacer de su pasión su trabajo.

Puede haber perdón, no debe de haber olvido

La única que puede decir si Kobe se redimió en vida o no es la que fue su víctima, porque sólo ella puede juzgar sus actos y dar un veredicto sobre si fue suficiente para resarcir los daños que causó en su vida, muy probablemente la respuesta sea no, es por esto que no debemos de borrar de la historia ese incidente que marcó para siempre a una chica que se arrepintió en el momento de lo que estaba pasando pero fue obligada a culminar el acto.

Kobe debe de ser recordado no como un violador, no como un héroe, sino como un humano, alguien que cometió errores e hizo todo lo posible por remediarlos, quizá, de haber seguido con vida, eventualmente habría de afrontar a su víctima, quién sabe, quizá incluso lo hizo (la mitad de las buenas acciones que hacía fuera de cancha tenían como condición que no hubiera prensa de por medio), sin embargo, lo que pasó esa noche no debe de ser olvidado.

Descansen en paz todos los que fallecieron en ese fatídico accidente, les deseo, de todo corazón, una pronta resignación a sus familias.


-EMZA.

P.d.: La vida es demasiado corta como para vivir con rencor. Sean felices. Los amo.

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