jueves, 12 de septiembre de 2019

Mi Forma de...

El después de un antes


Hace un par de años (vaya que pasa volando el tiempo), me recuerdo pasando una tarde cualquiera con Frida, acabando de ver una película o de hacer el amor, cualquier cosa en realidad, simplemente me miraba y me preguntaba "¿Por qué me amas Edgar?", y yo sólo podía responder "El día que sepa porqué te amo será el día en que deje de hacerlo".

Suena trivial. pero era lo que sentía en ese momento, varias veces intenté plasmarlo en palabras, pero siempre terminaba igual, no podía, todos eran conceptos muy abstractos que, por sí solos, no tenían ningún sentido, sabía que me gustaba su mirada, pero no sabía por qué sentía algo cálido en el pecho cuando compartía el día con ella, eventualmente dejé de intentar hacerlo.

Me he enamorado de muchas chicas, he perdido la cuenta en realidad, a todas las he querido de distintas maneras, no hay dos amores iguales, algunos son eternos, otros son efímeros, pero todos los siento de distintas maneras, algunos se sienten como un castigo, otros como una bendición, en fin, los dos me gusta sentirlos, algunas llegan a convertirse en musas, otras se convierten en extrañas.

Describiendo el amor


El amor es un concepto muy abstracto, que se debe de analizar como un todo porque si se analiza por partes carece de sentido, por eso cuando una relación termina muchas veces cuesta asimilar la pérdida de la otra persona, porque esa persona se lleva piezas de un rompecabezas que creemos ser capaces de resolver, pero al amor es un rompecabezas, no un tangram.

Frida me hacía sentir especial, feliz, su sentido del humor solía llevarse bien con el mío, al verla me hacía sentir cosquillas en todo el cuerpo, una sensación diferente pero bonita, compartíamos unos cuantos gustos musicales y me impulsaba a ser la mejor versión de mí mismo, cuando se fue me costó mucho reencontrarme, porque en mi mente el único futuro posible era a su lado.

No tiene mucho sentido intentar plasmar en palabras lo que sentí por ella o por cualquier otra chica, a cada una la he querido de distinta manera y cada una me ha enseñado cosas de la vida, algunas lo hicieron compartiendo una tarde conmigo, otras lo hicieron ignorándome o mandando a la mierda la ilusión, cada experiencia es una oportunidad de aprender algo.

Maneras de querer


Es curiosa la manera en que funciona mi sentir, me siento más agradecido con las chicas que me mandaron a la mierda que con las que simplemente se fueron, con algunas que pertenecen al primer grupo he mantenido el contacto y a algunas las considero muy buenas amigas, con las segundas simplemente se esfumaron y dejaron un vacío que no intento llenar.

Soy un idiota, porque tengo fe en que la gente es lo suficientemente madura como para entender que el amor no debe de ser correspondido, y que lo que busco es la perfección de lo imperfecto, porque he conocido a muchas que se quedan a que les escriba versos, pero muy pocas entienden que la inspiración no es algo sobre lo que tenga control.

La inspiración llega viendo una mirada penetrante, una sonrisa risueña, escuchando una voz amable y dulce, viendo actos de bondad y nobleza, porque me gusta conocer a las personas, me gusta hablar con sus demonios, porque me gusta entender cómo funcionan los sentimientos de los que me rodean, después de todo, siempre que alguien me necesite.

Y es así, que cuando una chica me inspira, termino sintiendo algo por ella, una mezcla entre cariño y agradecimiento, porque es gracias a ella que puedo seguir desarrollando mi faceta de artista, la que hoy en día hace que todo fluya de momento la mantengo en el anonimato, para mí, quizá algún día se las presente, espero en realidad poder hacerlo.

En fin, la otra vez que hablaba con mi amiga sobre ella me preguntaba qué era lo que sentía al estar con ella, cuando intenté buscar palabras para describir lo que me hace sentir su presencia y fui incapaz de hacerlo me di cuenta de que la quiero, de la manera más sincera que sé querer, y eso me aterra, porque sé que podría destruirme, pero... ¿No es acaso eso lo bonito del amor?

En fin, hoy los dejo con una canción de una de mis bandas favoritas que la gente decidió que odia porque sí y habla sobre lo frágil que es la vida, sin más que decir, hasta luego amiguitos. Los quiero, buonanotte.



-EMZA.


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